la película india que tomó por sorpresa a Hollywood

A la película RRR de S. S. Rajamouli le toma casi cuarenta minutos revelar su nombre en pantalla. Cuando por fin muestra el significado de las tres letras (Rise, Roar, Revolt, que se traduce como Alzarse, Rugir, Revolución), ha ocurrido prácticamente de todo. Desde un secuestro, la lucha de un hombre contra un tigre, una persecución a través de una turba enardecida, hasta el nacimiento de una amistad trascendente.

La producción, con todos los elementos reconocibles de Bollywood, es un ejemplo del cine espectáculo. Pero, por curioso que parezca, no pertenece al principal sistema cinematográfico de la India. En realidad, el proyecto fue financiado y llevado a cabo por Tollywood, que refleja historias de Bengala Occidental. Con un guion en lengua telegu, es una rareza incluso para el país asiático.

Su argumento, que se concentra en dos figuras emblemáticas de la historia de la región, se extiende en numerosas direcciones narrativas. Aunque la aventura es predominante, RRR es, también, un relato de amor, amistad y nacionalismo. También muestra un amplio repertorio de secuencias de batalla y lucha en más de una docena de lugares distintos. Todas filmadas con varias cámaras en simultáneo e impecables efectos digitales.

RRR o la prueba de que hay vida más allá de Hollywood

Para el público occidental, RRR es una forma de entender la importancia del cine en distintas fronteras, sobre todo al este de la India. También funcionac omo un vehículo para narrar sus transformaciones políticas. En particular, la película de S. S. Rajamouli es un homenaje al país, que se encuentra especialmente obsesionado con el séptimo arte.

En el territorio, se producen al menos 1000 películas cada año, que reportan más de un billón de euros en ganancia. Lo que convierte a Bollywood, y ahora también a Tollywood, en centros culturales de importancia en Asia.