Pero siempre hay lugar para los lamentos, toca clamar “¡injusticia grande!”, “¿cómo es posible?”, “¡¡qué rancia es la Academia!!” o “¡qué pocas mujeres nominadas!” (ninguna, en realidad), “se han olvidado de los negros en las interpretaciones principales” y otras cuotas que alguien echa en falta.
Sea como fuere, repasemos los títulos que brillan por su completa ausencia, o porque apenas han logrado alguna nominación testimonial. A la postre lo que ocurre es que los académicos votan, con mayor o conocimiento de causa (en muchas ocasiones no han visto muchas películas) y salen las nominaciones que salen, que tienen partes justa, y parte de lotería.
Por ejemplo una película que a priori tiene todos los elementos para ser nominada, y en otros tiempos habría estado sí o sí, es Trece vidas, de Ron Howard, una historia humana, basada en hechos reales, con unos niños en peligro, y estupendos héroes. El rescate de los chavales componentes de un equipo de fútbol, atrapados por las lluvias en una cueva de Tailandia, conmovió al mundo y Ron Howard ha hecho un film muy apañado, con grandes interpretaciones de Viggo Mortensen y Colin Farrell (quien sí ha obtenido una nominación, pero por Almas en pena de Inisherin).
Otra cinta concebida para arrasar en las nominaciones es Al descubierto, que se plantea como justicia poética por los abusos sexuales de un productor ganador de Oscars, Harvey Weinstein, pero de eso nada, monada, cero pelotero. Y otra cosa que se descubre es que a la Academia no le gustan las películas de miedo, pues ha ignorado por completo títulos como Black Phone, ¡Nop! y El menú, que se han llevado un susto de muerte quedando fuera de la competición desde el minuto uno. No, la Academia no está por los gastronómico, y mucho menos por el canibalismo, que se lo digan a Luca Guadagnino que por muy autor que sea, algo que hace furor en los últimos tiempos en los Oscar, no va a ser degustado por Hasta los huesos. Bones and All en los Oscar.
Y en fin, han salvado la honrilla por los pelos títulos como la mezcla de misterio y comedia de Puñales por la espalda: el misterio de Glass Onyon, nominada por el guión, y dos títulos de directores oscarizados, Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades de Alejandro González Iñárritu y El imperio de la luz de Sam Mendes, que se han tenido que conformar con que se tenga en cuenta su fotografía. E imagino que algún académico habrá hecho correr la voz de que en El viaje a París de la señora Harris salen trajes de Dior, porque sólo se han fijado en el vestuario a la hora de las nominaciones, ello a pesar de la prodigiosa interpretación de Lesley Manville. Y en fin, aunque tenga 3 nominaciones, está claro que le han aguado la fiesta al sentido homenaje al cine que es Babylon, sólo se han fijado en el continente del film, no el contenido.
Los chascos no terminan aquí. Aunque protagonice mujer negra, La mujer rey no reinará en los Oscar, e incluso James Cameron lo tendrá difícil para gritar eso de “¡¡Yo soy el rey del mundo!!”, su Avatar: El sentido del agua opta a mejor película, pero sólo a 4 premios, y no el de dirección. Tampoco ha sido éste el mejor año para Tom Hanks, pues aunque parece que ha caído bien el remake de una película sueca El peor vecino del mundo, a la hora de optar a los Oscar el film se ha quedado fuera de juego.
En la categoría a mejor película internacional han decidido dejar fuera una notable muestra de cine negro coreano, Decision to Leave, y tampoco se han seguido los cantos de sirena de Joyland, por aquello de apoyar la causa transexual.